México no cuenta con las condiciones mínimas para garantizar a las mujeres el derecho a una vida libre de violencia. De acuerdo con un informe reciente de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en el año 2019 ningún estado logró establecer 34 elementos básicos para generar a nivel local una política que permitiera prevenir, …
Ningún estado del país se preocupa por las mujeres
México no cuenta con las condiciones mínimas para garantizar a las mujeres el derecho a una vida libre de violencia.
De acuerdo con un informe reciente de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en el año 2019 ningún estado logró establecer 34 elementos básicos para generar a nivel local una política que permitiera prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia de género.
De 34 puntos que el órgano fiscalizador consideró como indicativos de contribuir a favorecer a las mujeres, los estados que mayor puntaje lograron fueron Baja California Sur, Coahuila, Hidalgo, Tlaxcala, Oaxaca, Tabasco y Yucatán, al sumar apenas entre 19 y 20 puntos.
Otras 17 entidades alcanzaron entre 16 y 18 puntos. Fueron Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Zacatecas, Nuevo León, San Luis Potosí, Querétaro, Guanajuato, Colima, Michoacán, Estado de México, Ciudad de México, Guerrero, Puebla, Chiapas y Quintana Roo.
Finalmente, en Aguascalientes, Baja California, Nayarit, Jalisco, Tamaulipas, Veracruz, Morelos y Campeche se contó con el menor número de elementos para instrumentar una política que permitiera generar condiciones para una vida libre de violencia.
«A 12 años de la publicación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia se han presentado avances para establecer en los mismos términos, en todo el país, una política de acceso a las mujeres a una vida libre de violencia; sin embargo, a 2019 no se logró que en cada una de las 32 entidades federativas se reúnan las condiciones mínimas para favorecer a las mujeres en situación de violencia», indica el informe.
Entre las variables consideradas por el órgano auditor se encuentran indicadores de prevención, atención, sanción y erradicación de delitos contra las mujeres.
La ASF advirtió que de continuar las mismas condiciones, en el país seguirá la tendencia al alza de los feminicidios, manifestación más extrema de la violencia contra la mujer.
Entre 2015 y 2019 este delito se incrementó a un ritmo de 14.2 por ciento en promedio anual. Siguiendo los datos, la ASF estima en su informe que en el periodo 2019-2030 los feminicidios mantendrán una tendencia creciente, con una tasa media de crecimiento anual de nueve por ciento.
De acuerdo con sus proyecciones, los feminicidios pasarían de 960 casos en 2019 a dos mil 477 crímenes en el año 2030, si nada cambia.
“De mantenerse las condiciones presentadas a nivel nacional, en el periodo 2015-2019 (ceteris paribus), se encontrará presente el riesgo de que la violencia contra la mujer incremente en su expresión más extrema, incluso en su grado más extremo”, alerta el documento.
La ASF consideró imperativo establecer mecanismos de control y seguimiento para cada una de las acciones desarrolladas en los ejes de la política contra la violencia de género, así como regular y supervisar los servicios de atención y sanción, a fin de garantizar una rehabilitación efectiva y con el debido respeto a los derechos de las mujeres en esta condición de extrema vulnerabilidad.
En este contexto, Yndira Sandoval, feminista defensora de derechos humanos, acusó que las mujeres no son prioridad para la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
«No hemos sido prioridad ni en este momento álgido ni desde el inicio, no hemos estado», subrayó.
En entrevista con El Sol de México, argumentó que las políticas públicas implementadas por la cuatroté no velan por los derechos de las mujeres.
La también integrante de Las Constituyentes Mx Feministas explicó que las amenazas a las mujeres para una vida libre de violencia incluyen la militarización del país como política de seguridad.
«Las mujeres no estamos más seguras con mayor fuerza policial-militar en las calles. Las armas ya están en las calles y son las armas las que matan a las mujeres».
Agregó que la vulneración del estado laico y la amenaza que esto representa a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres da como resultado la criminalización al género femenino.
Bajo esta tesitura, dijo que si no se desmontan los esquemas de desigualdad, de injusticia social y de violaciones de derechos, no habrá desarrollo para la sociedad en su conjunto.
«Si no hay paz de género, no hay paz social. Este ocho de marzo el feminismo se consagra como la única fuerza política en el país», concluyó