Thaddeus Pierce nació a partir de un embrión congelado en 1994, convirtiéndose en uno de los nacimientos más sorprendentes registrados: el embrión estuvo almacenado durante 11,148 días.

Lindsey y Tim Pierce, una pareja de Ohio, adoptaron embriones donados como parte de su lucha contra la infertilidad. Su caso, además de romper récords, pone de nuevo sobre la mesa el debate sobre el destino de los millones de embriones congelados en Estados Unidos.

La donante, Linda Archerd, recurrió a la fecundación in vitro hace más de 30 años y decidió donar los embriones restantes a través de un programa de adopción. «Siempre sentí que estos pequeños embriones merecían vivir», dijo.

El nacimiento fue posible gracias a la clínica Rejoice Fertility en Tennessee, conocida por conservar embriones durante largos periodos y rechazar su descarte. Solo uno de los embriones donados logró implantarse y nacer.

Aunque la pareja no buscaba romper un récord, el Dr. John David Gordon confirmó que se trata del embrión congelado por más tiempo que ha dado lugar a un nacimiento.